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Premios de cine: Teófilos de mármol (1ª parte)



Transcripción de la primera parte de los Premios Teófilos de Mármol de El Cine de Lo Que Yo Te Diga de la Cadena Ser



  • Teo 'Malvado del Año': Para un Joker que saca otro Joker que parecía imposible de mejorar. Por su malvado, para la última de Batman, El Caballero Oscuro. A Heath Ledger que vivió poco pero terminó arriba.


     El pasado mes de agosto conocimos a un tipo realmente peculiar: El Joker del Caballero Oscuro, que es la nueva película de Batman que ha dirigido Christopher Nolan, es un villano diferente, un loco, un criminal que siembra el caos y la destrucción por placer y con un objetivo único {matar a Batman}. Lo más aplaudido de la película fue al actor que interpreta el Jocker, que es Heath Ledger, uno de los vaqueros de Brokeback Mountain. El actor australiano interpretó como nadie a este villano con una cara inolvidable. Lamentablemente, Heath Ledger no ha podido disfrutar del éxito de su trabajo porque murió el pasado 22 de enero {de 2008}. El actor apareció en su apartamento, tirado en el suelo y rodeado de botes de pastillas; tenía 28 años. Poco a poco fuimos conociendo más detalles sobre su muerte y nos enteramos de que todas las pastillas que se encontraron en su habitación tenían receta legal. El Joker fue uno de sus últimos papeles y consiguió aterrorizar a medio mundo. Antes de empezar a rodar, Heath Ledger dijo que se había encerrado durante semanas en la habitación de un hotel para probar diferentes voces y caras delante de un espejo. Había mucha curiosidad para ver el resultado de su trabajo y es que poco antes de morir, Ledger confesó que estaba obsesionado con este villano y con el actor que lo interpretó antes. "El personaje del Joker era demasiado bueno como para decir que no. Si Tim Burton hubiera hecho el Caballero Oscuro y me hubiera pedido que interpretara al Joker, no lo habría aceptado porque intentar acercarse aunque sea un poco al Joker que hizo Jack Nicholson en la película de Tim Burton hubiera sido un crimen". Pero el Joker de El Caballero Oscuro es mucho más siniestro que el de Nicholson y tiene una mente mucho más retorcida. Sus compañeros de reparto y la mayor parte del público que ha visto la película, reclaman ya un Óscar para el desaparecido Heath Ledger por haber interpretado al mejor villano del año y probablemente de los últimos años.




  • Teo 'Adaptación': Para aquellas versiones que pasan al cine desde la literatura. Este año es un premio ex aequo porque hay dos películas que han sabido convertirse en cine sin empeorar el original de los libros en los que se han basado. El Teófilo 'Adaptación' son para: La Niebla y El niño con el pijama de rayas.
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     Adaptar al cine una novela de gran éxito puede ser un arma de doble filo. Es lo que le ocurrió al director Mark Herman con El niño con el pijama de rayas: "Uno de los retos partía del hecho de que se trata de un libro muy popular y si ha vendido 3 millones de ejemplares significa también que hay 3 millones de películas distintas en la cabeza de la gente. El reto era hacer que la mía fuera la mejor de todas ellas. El otro reto era conseguir mantenerse fiel al espíritu del libro". Herman optó por una adaptación casi literal de la novela, sin apenas añadidos. Como consecuencia, la película tiene los mismos vicios y virtudes que el libro, y ha heredado también su gran éxito comercial. El autor de la novela, Robert Boyne {John Boyne}, estaba encantado con el resultado: "No se trata sólo de que el autor confíe en el director y en el guionista. La confianza ha de ser mútua. Pienso que en nuestro caso ninguno de los dos se siente amenazado por la existencia del otro, y eso es muy importante en la relación entre el autor y el que adapta su novela". Pero hay otras veces en las que los directores intentan ir más allá y mejorar, si es posible, el material de partida. Frank Darabont, que ya había adaptado anteriormente los relatos de Stephen King, Cadena Pepétua y La Milla Verde, se atrevió este año con uno de sus cuentos cortos más conocidos. Una extraña niebla mantiene atrapadas a decenas de personas en un supermercado. Darabont introdujo algunos personajes nuevos y sobretodo imaginó un final distinto, probablemente el final más impactante y rotundo que hemos visto este año. Stephen King así lo entendió también. Frank Darabont: "A él nunca le importan las licencias que me tomo porque sabe que cuido mucho la esencia de la historia original y trato de proteger siempre la intención y el mensaje de su obra. Cuando leyó el final nuevo me mandó un mensaje felicitándome: 'es perfecto', me dijo, 'ahora me doy cuenta de yo no terminé realmente la historia'". El relato se convertía de esta forma en una metáforo sobre la paranoia que ha vivido la sociedad norteamericana desde los ataques del 11s. Una por su fidelidad (El niño con el pijama de rayas) y otra por su espíritu de riesgo y mejora (La niebla de Stephen King), merecen compartir este Teófilo de Mármol 'a las Mejores Adaptaciones Literarias del año'.




  • Teo 'Estrella': Hay una mujer que ha llegado a una relación con la cámara que sólo alcanzan algunas actrices, muy pocas. Puede que este sea el año en que una actriz española gane el primer Óscar por ser la mejor, después de que el año pasado lo hiciera su novio... Penélope Cruz.


     En Vicky Cristina Barcelona veíamos a la Penélope Cruz más racial y temperamental. Una Penélope Cruz que plantaba cara a Javier Bardem y a Scarlett Johansson. En Elegy, la película de Isabel Coixet, en cambio veíamos su aspecto más sensual. Penélope daba vida a una chica, hija de emigrantes cubanos que comienza una relación con su profesor de la Universidad, un profesor ya entrado en años, que interpreta Ben Kingsley. "Me tocó mucho la historia, me encantó el personaje, tengo debilidad por el personaje protagonista masculino, el personaje que interpreta Ben Kingsley, un tío tan complicado y... Philip Roth siempre hace que entiendas a todos sus personajes, no les juzga". Un papel que tenía que interpretar en inglés y en varias escenas tenía que salir desnuda. Al hablar con el autor de la novela, el escritor Philip Roth, Isabel Coixet ya le comentó que rodaría las escenas de sexo que fueran necesarias para que la historia se entendiera bien: "Quise que él entendiera que yo no soy de Pennsylvania, yo soy de Barcelona, yo no tenía ningún problema en rodar las escenas que fueran si pensara que eran relevantes para la historia, si pensara que nos iba a ayudar a entender a los personajes, pero francamente una escena de una mujer mordiéndole la polla a un tipo pues no me parecía... no sé... yo creo que los hombres no lo quieren ver y las mujeres espectadoras tampoco, bueno, alguna habrá...". Y por eso a lo largo de la película asistimos a varios bellos y sensuales desnudos de Penélope. Y al final de la película hay otra escena en donde Penélope se deja fotografiar también completamente desnuda; una escena que según explicaba Isabel Coixet fue difícil de rodar por la perfección del cuerpo de Penélope: "[...] Claro, luego lo ruedas y ves el cuerpo de Penélope y no es lo mismo, porque ella decía 'que se me vean más las venas', es que no había manera, era como perfecto, y eso que no llevaba el cuerpo ni una gota de maquillaje". Pues por esas escenas de Elegy que deben figurar ya en una antología de Penélope Cruz, junto con su inolvidable aparición en Vicky Cristina Barcelona, nosotros queremos otorgarle nuestro Teófilo de Mármol.



  • Teo 'Fiambrera': A las personas que se han ido... ex aequo a dos monstruos de todo esto del cine que han pasado al otro lado de la pantalla para quedarse ahí, y que son: Paul Newman y Rafael Azcona.


     Uno nos dejó escenas inolvidables, el otro diálogos que sonaban cotidianos pero que escondían el embrión de la anarquía y la sublevación. No tenían que ver el uno con el otro, uno era una de las últimas grandes estrellas de Hollywood, el otro, Rafael Azcona, el portavoz de los perdedores más castizos, pero sus muertes, sus desapariciones, provocaron el mismo impacto en el público español. Pero tal y como decía Elizabeth Taylor a Paul Newman en La gata sobre el tejado de zinc, {"Hay cosas que es necesario afrontar. Son muchas las cosas que hay que afrontar en este mundo"}. Y a asumir, a aceptar las pérdidas nos ayudaron más que nunca en estos dos casos las crónicas y los obituarios. La lágrima no tardaba en convertirse en suspiro cuando volviamos a ver los ojos azules de Newman, quizás el actor más guapo de todos los tiempos, pero con una belleza capaz de dar a sus personajes cierto tono de granuja, en títulos como Dos hombres y un destino o El golpe. Y en el caso de Azcona los reportajes sobre él se convertían en risa, risa con las escenas que escribió y risa de admiración ante los extractos de entrevistas que las televisiones y las radios recuperaban. "Yo empecé a escribir sencillamente porque no tenía habilidades físicas: yo no sabía bailar, no sabía... era una cosa muy socorrida en mi pueblo cruzarse el Ebro a nado. Uno que se lo cruzaba ya era un hombre... ¡yo no me lo crucé nunca! Pero cada año se ahogaban 2 ó 3. Uno que no sabe bailar, que no sabe nadar, que no sabe... me refugié en la lectura". Y es que Azcona, que durante casi toda su vida había jugado a ser el eterno desaparecido, en los últimos tiempos decidió prodigarse y regalar no sólo sus guiones, también su conversación: "Lo que no veo que está más cercano de mí como oficio es una asistenta, una asistenta va a una casa y la señorita pues le dice limpie usted esto, esto no lo quiero, esto... yo voy a los directores y a mis señoritos saludo, digo buenas tardes, y entonces me dicen, y en la medida de mis posibilidades yo colaboro a la realización de las fantasías, más o menos eróticas de los directores de cine". No sabemos, sospechamos que no, si alguien tan glamuroso como Paul Newman formaba parte el Olimpo particular de Rafael Azcona, tampoco, sospechamos que no, si Newman había oído hablar de Rafael, pero si se hubieran conocido estamos seguros de que se habrían caído bien porque cada uno de ellos a su manera, cada uno en su registro se dedicaron más de 80 años y de manera muy honesta a cultivar talento. Por eso, y sobretodo porque sus películas están entre las que más nos gustan, les entregamos hoy este Teófilo post-mortem, pero no entre lágrimas sino entre suspiros y sonrisas.




  • Teo 'Jubilados A Tope 2008': A dos documentales musicales con protagonistas de 65 años o más, futuras etiquetas de oro en el mercado necrófilo, que siguen poniéndose de moda una y otra vez. Teo para Neil Young y los Rolling por dos de los mejores documentales musicales de este año.


     Martin Scorsese empezó la temporada con Shine A Light, que es el documental que ha dirigido sobre los Rolling Stones, una banda legendaria que siempre le han inspirado: "El sonido de la música, los acordes, las letras, todo me ha inspirado muchísimo, no hay duda de que se convirtió en la base de gran parte de mi trabajo que he hecho en mis películas, desde Malas Calles o Toro Salvaje, hasta Casino o Infiltrados". Hacía tiempo que tenía ganas de grabar uno de sus conciertos, pero le apetecía algo íntimo, así que les grabó durante una actuación en el teatro Beacon de Nueva York. A pesar de la preocupación inicial, los miembros de la banda reconocen que casi no se dieron cuenta de que había cámaras que no se perdían ni un solo detalle de ese concierto que acabó en la pantalla grande. Pero los Rolling no son los únicos que han llenado de música los cines. Los seguidores de U2 también pudieron ver a sus ídolos en pantalla grande, una experiencia cinematográfica en la que el espectador podía llegar a sentir la energía de un concierto multitudinario ya que el grupo de Bono ha protagonizado el primer documental musical que ya se ha rodado en 3 Dimensiones {El segundo después de la gira de Kiss de 1999, titulada Psycho Circus 3D}."Las cámaras se han diseñado expresamente para esto, se trata de tecnología punta, aunque nosotros sólo nos ilusionamos cuando nos ofrecen la oportunidad de hacer algo nuevo, esto ha sido una experiencia nueva, y en 3D un concierto en directo tiene una dimensión totalmente distinta". U2 3D está dirigido por Catherine Owens, que lleva más de 15 años trabajando con este grupo. Owens les grabó durante varios conciertos que la banda dio en algunas ciudades de América latina. Y todavía se estrenó un tercer documental musical, el más comprometido de la temporada. En los años 70, Crosby, Stills, Nash & Young tocaron contra la guerra de Vietnam, y en 2006 Neil Young decidió que también harían una gira para cantar contra la guerra de Irak: "Todas son la misma guerra, todas nos afectan en nuestra manera de vivir, y lo que creo es que alguien tiene que alzarse y protestar. De eso van las canciones de 'Living With War', de cómo las guerras nos hacen daño a todos, da igual la que sea, son sólo maneras erróneas de solucionar los problemas". Crosby, Stills, Nash & Young Déjà Vu recoge imágenes de esa gira que recorrió Estados Unidos en el 2006, y está dirigido por el propio Neil Young. En el documental hay canciones clásicas de la banda, aunque la mayor parte del repertorio son un alegato contra el ya ex-presidente Bush. Y aunque Neil Young piensa que el tiempo en el que la música podía cambiar el mundo ya se ha acabado, ellos por si acaso lo siguen intentando.




  • Teófilo de Mármol 'Cambio de Rumbo 2008': Para un director que nos ha dado una sorpresa haciendo un cine completamente distinto al que nos esperábamos. Es el director español Álex de la Iglesia por Los crímenes de Oxford.


     No era la primera vez que rodaba en inglés, ya lo hizo en Perdita Durango, pero esta vez se notaba en Álex de la Iglesia una clara vocación de reinventarse a sí mismo y emprender nuevos caminos: "No estoy cambiando de rumbo ni quiero renunciar a lo que he hecho, ni nada por el estilo... cosas que he leído; todo lo contrario, sencillamente quiero disfrutar haciendo cine y que la gente disfrute conmigo. Entonces, la manera de hacerlo es abordar los proyectos que a ti te resultan atractivos y sobretodo que te resultan apasionantes, en la medida de que tú estás haciendo algo nuevo, y que eso supone un riesgo para ti". Los crímenes de Oxford era un thriller psicológico lleno de matemáticas. La película se alejaba de todo lo que Álex de la Iglesia había hecho anteriormente, no había humor y el gusto por las imágenes impactantes había sido sustituido por un mayor interés en los diálogos y en los personajes. Sobre toda la película planeaba la sombra del maestro del suspense... "Es una película de misterio y, evidentemente, tiene un padre mental que es Hitchcock, lo que pasa es que Hitchcock para mí no es un director, para mí es un estado de ánimo. Es una manera de enfrentarte al cine y enfrentarte a las cosas; por eso yo creo que es obvio que está ahí, o sea, no solamente no lo niego sino que disfruto con ello, y disfruto jugando con ello". Los crímenes de Oxford ha sido una de las películas más taquilleras del cine español este año a pesar de tratarse de una co-producción, y también una llamada de atención para los productores extranjeros: Álex de la Iglesia es un director con el que se debería contar para futuros proyectos internacionales. Si no lo tienen claro, sólo tienen que preguntarle a uno de los protagonistas de la película, el gran John Hurt: "Lo único que puedo decir, y es algo que resume mi experiencia en esta película, es que estoy ansioso de volver a trabajar con Álex".





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